Un amanecer de 1945, un muchacho es conducido por su padre a un misterioso lugar oculto en el corazón de la ciudad vieja: El Cementerio de los Libros Olvidados. Allí, Daniel Sempere encuentra un libro maldito que cambia le rumbo de su vida y le arrastra a un laberinto de intrigas y secretos enterrados en el alma oscura de la ciudad. La Sombra del Viento es un misterio literario ambientado en la Barcelona de la primera mitad del siglo XX, desde los últimos esplendores del Modernismo hasta las tinieblas de la posguerra.
Es impresionante el poder que
tiene el boca-a-boca cuando se trata de un libro. Desde que salió sabía que
existía “La sombra del viento”; todos aquellos que lo habían leído me decían
que era genial, que lo disfrutaría mucho, pero no me llamaba demasiado la
atención. Un día (cabe decir que tengo un trastero lleno de libros, y cuando
digo lleno, digo a rebosar, pero esa es una historia que os contare otro día)
bajé al trastero que tengo en el sótano de mi edificio, y después de que mi
madre se pusiera pesada con que lo leyera, lo cogí de una de las estanterías (y
lo volví a poner en otra estantería, esta vez en la de libros pendientes).
Así pasó el tiempo, hasta que
terminé Festín de cuervos; para entonces una de mis compañeras de universidad
también se había puesto pesada con que lo leyera. Decidí que era el momento adecuado: no era
demasiado largo y lo podría tener acabado para antes de los exámenes. En cuanto
leí la primera página supe que era de esos libros que te cambian la vida. Una
de esas historias tan bien construidas que te hace querer detenerte en cada
palabra, tan bien explicada que crees que es tu propia vida.
Cuando Zafón presenta ese Daniel
tan dulce e inocente, con esa pasión por los libros, es imposible no
identificarse. La mala casualidad del destino hace que su padre lo lleve al
Cementerio de los Libros olvidados, y ese libro que escoge da un giro de 360º a
todo lo había conocido hasta ahora; entonces sabes, que eso es una analogía con
el libro que tienes entre tus manos. Vemos como Daniel va madurando y, para mi
gusto, lo hace como todos deberíamos hacerlo, a base de disgustos y
desencantos.
El primer desencanto es el amor
de Clara. Aunque desde el principio sabíamos que esa historia estaba maldita,
siempre nos quedaba la esperanza de que cuando creciera Daniel fueran el uno
para el otro. Sin embargo, desde el principio me pareció que trataba a Daniel
como un crio maleducado, cuando en realidad era ella la que estaba jugando con
los sentimientos del chico. Cuando aparece Bea, es como un remedio para el mal
de amores y, es entonces, en mi opinión, cuando Daniel comienza a olvidarse de
Clara Barceló (hasta entonces la había tenido en el subconsciente, esperando el
momento adecuado para saltar a la palestra).
Cuando empieza todo el lío con
Julián Carax, es cuando la historia toma un ritmo más acelerado y el dinamismo
se convierte en una sucesión de eventos que ponen a prueba la entereza de
Daniel. Saberse el centro de la historia no hace que dude ni un instante en
llegar hasta el fondo del asunto, sobre todo cuando las cosas se ponen feas.
Es cierto que en momentos
puntuales la historia se pone rara, sobre todo aquellas partes que tienen que
ver con el inspector Fumero; personaje que encuentro arrogante y hasta
repugnante, con bastante complejo de inferioridad y muy pagado de sí mismo, en
definitiva, un controlador que se cree que tiene la paella por el mango cuando
en realidad se está quemando.
Por lo que se refiere al
personaje de Julián Carax, hay que distinguir entre tres fases por las cuales
pasa. La primera es cuando conoce a la inocente y angelical Penélope Aldaya, de
la cual se enamora y hace que sea el típico adulador con necesidad de llamar su
atención, hasta tal punto que es capaz de mentirle a la persona que ha hecho
que se conozcan. La segunda es el Julián que vive en París: deprimido y
desesperado, tan maltratado por la vida que todo lo que escribe son una
sucesión de historias parecidas a la que vivió él con Penélope. La tercera es de
Julián que vuelve a España después de descubrir algo (si os lo digo, os haré un
spoiler como una casa), con ganas de venganza, enfadado y lleno que rabia que
no se da cuenta que a su alrededor tiene personas que le quieren.
En algún momento, entre sus
páginas, si te gusta leer de verdad, es imposible no sentirse identificado,
sobre todo en el principio, cuando Daniel se pierde en la librería buscando un
libro (¿Y quién no lo hecho?). Con su mágica y detallista escritura, Zafón
construye un mundo en el cual nos gustaría vivir; ser Daniel y vivir lo que él
ha vivido.
Foto extraída de : pinterest.com |
En definitiva, Zafón construye una
historia verosímil, con tintes de novela negra que te hará sufrir y emocionarte,
todo en menos de 500 páginas. La
Barcelona de postguerra se convierte en un escenario ideal para una narración que
al igual que Daniel, puede hacerte ver las cosas desde otra perspectiva.
Considero que es de aquellos libros que marcan un antes y un después en tu
manera de leer, y que consiguen meterse tan dentro de ti que te acompañaran
siempre.
“Cada libro, cada tomo que ves, tiene alma. El alma de quién lo
escribió, y el alma de quienes lo leyeron y vivieron y soñaron con él. […]Cada
vez que un libro cambia de manos, cada vez que alguien desliza la mirada por
sus páginas, su espíritu crece y se hace fuerte. ” – Isaac, La sombra del
viento.
exacto, este no es un libro con mucha mercadotecnia, ha ganado adeptos con la recomendación de boca en boca.
ResponderEliminarEspero tengas la oportunidad de leer "el juego del ángel" y "el prisionero del cielo", no son tan bueno como "la sombra del.viento" pero la complementan de excelente manera
Me los apunto todos en mi lista de pendientes. ¡Muchas gracias! ¡Nos leemos! ;)
Eliminarotra cosa... deberias agregar el widget para poder seguirte por blogger :3
EliminarHecho!
EliminarEse libro es una versión mejorada y algo cutre de un cuento de literatura juvenil titulado "El príncipe de la niebla". Como lo había leído con 10 años o así y me había gustado me llevé un súper chasco cuando vi que lo había reformulado para convertirlo en un libro para adultos... Me pareció que no tiene muchas ideas más!
ResponderEliminarAlgo había escuchado sobre "El príncipe de la niebla", pero, ahora, sin duda, lo pondré en mi lista de pendientes. Gracias!
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