miércoles, 22 de abril de 2015

La abadía de Northanger de Jane Austen

Creo que podría decir que Jane Austen es una de mis escritoras favoritas. Aunque va empatada con Nicholas Sparks en cantidad de libros leídos suyos, no es ni de lejos mejor que la escritora inglesa. Su manera de expresarse, de describir los personajes, de trazar sus relaciones me fascina mucho. Mi reto es poder llegar a leer todos sus libros y, de momento, ya he devorado Orgullo y prejuicio, Sentido y sensibilidad y La abadía de Northanger.

Es de este último del que quiero hablar.  Lo acabé de leer hace una semana y, como con los otros dos, me encantó. Es un libro corto, más corto de lo norma, por lo que lo leí en poco menos de una semana (es lo que tiene ser una devoradora de libros). Mi opinión es que es un libro perfecto. Sencillo, calculado y pasional.

Austen juega con el doble sentido y la moralidad de las personas entorno a las relaciones de amistad. ¿Quién no ha tenido una amiga que le prometía el cielo y luego se ha dado de bruces con su doble juego? Son aquellos tipos de personas que empiezan a enumerar todo lo que no son y luego resulta que son sus principales defectos. Consejo: cuando alguien empiece a decir “yo no soy esto o lo otro”, alejaros porqué siempre suelen ser las primeras en engañaros. Y, como la señorita Catherine Morland no ha escuchado mi consejo, luego se lleva una decepción enorme.

Imagen de la señorita Morlan leyendo en su
habitación de la abadía de Northanger
En este caso, la amiga en cuestión es Isabella. Des de un principio ya no me dio buena espina, por ser demasiado sabionda, se creía la reina del mambo y que todo el mundo estaba pendiente de ella. Catherine, por supuesto, de dejó llevar por su personalidad arrolladora y la confianza que desprendía. No se lo niego, pero siempre hay que tener la cabeza fría en momentos como estos. 

La capacidad de descripción de la autora inglesa es tan expresiva que en algunos momentos del libro me sorprendió como enumera uno a uno los sentimientos de la protagonista (que a veces suelen ser confusos e indefinibles, ya que las mujeres sentimos muchas cosas a la vez).  Además, narra muy al detalle toda la vida pasada de Morland en tan solo un capítulo de cinco páginas de tal manera que te parece que la conoces de toda la vida. Esta es una de las razones por la que me encanta leer a Jane Austen.

Asimismo,  Austen conforma entorno a Catherine Morland un personaje femenino caracterizado por el criterio propio, capaz de decidir por ella misma lo que quiere y lo que no, con quien casarse  y con quién no.  Esto, en la época del libro, era un pensamiento muy avanzado, por lo que podemos decir que Austen era una mujer moderna para el siglo que le había tocado vivir. Aun así, hay muchas críticas que apuntan que la escritora era una mujer muy conservadora;  yo, sin embargo, considero que lo que hace en sus novelas es liberar al personaje femenino de las cadenas que lo unen a los convencionalismos de la época.

Para mí, Jane Austen es una escritora de referencia que debería estar en las estanterías de todo lector que se precie. Es una maestra de la narración, y de la expresión. Por quéemucha gente puede escribir bien, pero no ser capaces de expresar exactamente aquello que quieren. Hacer las dos cosas es ser, realmente, un buen escritor.  Ahora que se acerca Sant Jordi (la fiesta del libro en Cataluña) creo que  Jane Austen sería una buena opción.


¡Nos leemos! ;)


sábado, 18 de abril de 2015

Gavilán o Paloma

“Amiga, hay que ver como es el amor.  Que vuelve a quien lo toma....Gavilán o palomaaaa!” Como si de una profecía se tratara o como si Jamie McGuire se hubiera inspirado en la canción, la verdad es que describe perfectamente el argumento del libro. Sea como fuere, el libro es una mezcla de contradicciones, en el sentido de que al principio quieres que los protagonistas estén juntos pero, hacia el final, lo único que deseas es que se separen, visto lo que son capaces de hacerse el uno al otro cuando están juntos.  


La pregunta es, ¿realmente les conviene ser pareja? Es innegable que están hechos a medida, pues por mucho que Abby Abernathy se esfuerce en ocultar su pasado, es más parecido a la realidad de Travis Maddox de lo que ella quiere admitir. La apariencia de niña buena que intenta conferirle la escritora se desmonta justo en el momento en que conoce a los Maddox. Encaja tan perfectamente con ellos que incluso asusta un poco. Llegar a la conclusión de que Abby no es una niña buena te quita un peso de encima en cierto sentido, pues te despoja de la preocupación de que el novio chulo de calle la destrozará por completo.  

Cuando terminé el libro, solo había una idea que me rondaba por la cabeza. Relación tóxica.  Todo es precioso cuando están juntos, pero son incapaces de vivir separados. Aun así cuando se juntan se destruyen mutuamente. En parte, esto viene dado por el carácter controlador de Travis. Tan susceptible, que se pone nervioso solo de ver que alguien habla con Abby. Y esto, a ella, en cierta manera, le gusta, porqué, ¿a qué chica no le gustaría saber que es el motivo de que el chico más ligón de la universidad se vuelva loco de celos?

Travis llama cariñosamente a Abby, Paloma ("Pigeon")
Si lo que la autora quería era plasmar este tipo de relación, lo ha conseguido.  Aun así, me ha faltado un poco más por parte de Abby. Me han quedado claros los sentimientos de Travis,  es decir, los suyos han ido en constante evolución desde que la conoció hasta el final del libro. Sin embargo, Abby trata de auto convencerse de que lo que gavilán representa es malo y que no debe acercarse. Pero llega un momento, en el cual me faltan las razones (racionales, porqué sé que las del corazón están ahí) para cambiar de opinión tan bruscamente. ¿Qué es lo que le muestra Travis para decidir que si vale la pena intentarlo?


Por otro lado, el punto a favor que tiene Abby es que no es la típica chica de pueblo tímida y retraída que por un milagro de quien sabe qué entra en el punto de mira del malo del instituto, sino que es de las que toman la iniciativa. Tan imperfecta que te identificas con ella.  Tan cercana que te dan ganas de ser su amiga. Por otro lado, la evolución de este personaje es nefasta: empieza gustándote y luego terminas odiándola. Y hablando de amigas… el amor incondicional que le profesa America es digno de admirar. Si estuviera en su situación y supiera que mi mejor amiga se está enamorando de un chico como Travis, impediría por todos los medios que se metiera en semejante berenjenal. Más que nada porqué luego sería yo la que tendría que aguantar todos los lloros.

Y el pobre Shepley… que es la versión masculina que America, y que no solo eso, también tiene que vivir con el autodestructivo Travis Maddox. Capaz de beberse una botella de Whisky él solo y destrozar su casa como si fuera de juguete. Realmente, le compadezco.  Además, esa manía tan rara de tiene gavilán de tirarse a todas las chicas en el sofá es… Agh, me dan escalofríos. Yo no me sentaría en ese sofá ni aunque me pagarán mil euros.

Asi debe haber acabado el sofá de Travis después de tanto "trote"
(nunca mejor dicho)
Conclusión. Que si juntas todos los elementos, te sale algo bastante parecido a una relación de amor perfecta. Un chico “malote” que se enamora de la chica aparentemente “mosquita muerta” y que, encima, no solo eso, resulta que ella es más dura de lo que pensábamos. No obstante, no deja de rondarme esa mala idea de que más que de amor es de amor-odio y que más que perfecta es toxica.  Y que si ocurre lo más insignificante entre ellos se desmoronará por completo todo lo que habían conseguido hasta ahora.


Supongo que aunque Travis tenga mil cosas malas, también tendrá mil y una buenas, y que, a simple vista no serán buenas para todos, pero lo son para Abby. Aunque, sigo diciendo, no es el tipo de relación que  dejaría tener a una amiga mía. En este punto de la historia solo cabe decir: “Amiga, hay que ver como es el amor.  Que vuelve a quien lo toma... ¡Gavilán o palomaaaa!  Pobre tonto, ingenuo charlatán, ¡que fui paloma por querer ser gavilán!”

Hace un año surgieron los rumores de que el libro iba a convertirse en una película. De hecho, Warner Bros había comprado los derechos. Aparentemente el asunto quedó indefinidamente parado por motivos desconocidos. Aun así, la autora digo que para ella los actores que podían dar vida a esta pareja serían Lilly Collins para Abby y Colton Haynes como Travis.  ¿Que os parece a vosotros?


Lilly Collins como Abby Abernathy
Colton Haynes como Travis Maddox

























sábado, 4 de abril de 2015

Carreu y la injustícia

Normalmente, la universidad no me deja mucho tiempo para leer los libros que yo quiero. Por suerte, estoy cursando una en la que leer es uno de los pilares fundamentales de la buena práctica de mi profesión. Cuando empecé una asignatura muy ligada a los géneros periodísticos, la profesora nos dijo con gran entusiasmo que nos daría muchos libros con los que poder disfrutar. Hasta ahora, no se equivocaba. El primero de una larga lista ha sido Dos taüts negres i dos de blancs (trad. Dos ataúdes negros i dos ataúdes blancos) de Pep Coll.

Este maravilloso libro reconstruye al milímetro los crímenes ocurridos en la población catalana de Carreu, en la comarca del Pallars Jussà, en 1943 de una familia de 4 “masovers” (definición: persona que cuida de un cortijo propiedad de un señor).  Un crimen que se dejó sin resolver aun cuando todas las pruebas encontradas señalaban a una sola familia y era de bien saber que eran los culpables. La familia asesinada estaba compuesta por un matrimonio y sus dos hijas que tenían arrendadas dos fincas: Laortó y el Clot de Moreu.



Pep Coll construye un libro próximo al reportaje novelado que nos ilustra con gran maestría lo que sucedió aquel año, aunque todo lo relacionado con él haya desaparecido con los años de la dictadura franquista. Se basa en entrevistas y, cada capítulo del libro, es el perfil biográfico de uno de los personajes que tuvo algo que ver con la familia asesinada. Así podemos experimentar de primera mano qué sintieron aquellos que eran cercanos a las víctimas. 

Con un lenguaje fresco y rápido, Coll nos hace creer que realmente estamos en el momento en que todo está sucediendo. Las conversaciones entre los personajes son tan realistas que nos adentran en la vida cotidiana del Carreu de postguerra, tan ajeno a todo que nadie diría que cerca hubo un frente de guerra.  Magistralmente, Coll traza a través de las intervenciones de sus personajes sus personalidades. Algo que, en mi opinión, es muy difícil de conseguir. 

Así mismo, cada palabra del libro te transmite la injusticia del crimen, tan innecesario como cruel. Aunque para muchos puede parecernos un sinsentido, cultivar más tierras que cualquier otro, en aquella época, podía ser motivo de discusión con tus vecinos. Tal discusión hubo en este caso que los masovers de Pla del Tro acabaron matando a los de Laortó. Resultado: un crimen sin castigo, olvidado por cumplir con la España gloriosa que Franco estaba construyendo en ese momento. 

Masia de Laortó
El parecido es razonable con la gran obra de Truman Capote, A sangre fría. Un reportaje novelado en el que Capote narra el asesinato, también, de una familia de 4 personas que se dedicaban al cultivo en una remota población de Kansas. En este caso, la diferencia principal, es que los asesinos si fueron castigados y también tuvo una gran resonancia mediática, gracias a la injusticia del crimen, ya que este se perpetró sin motivo alguno. 


Dos taüts negres i dos de blancs es una de las novelas que me gusta recomendar por su fluidez y por el gran mensaje que transmite. Aunque a mí no me gusta recomendar libros ya que considero que cada uno es libre de escoger aquello que más le guste, sí que creo que este es de obligada lectura para todos aquellos estudiantes de periodismo que quieran ver como se realiza un gran trabajo de campo, y como a través de simples entrevistas puedes construir un hecho periodístico veraz y acorde a la realidad.  Pese a que a veces es difícil es hacerlo. 

En la conciencia de un hombre dormido, sus ilusiones, sus sueños, se mezclan con la realidad. El hombre vive en un mundo subjetivo del cual le es imposible escapar…- Gurdjieff

El ser objetivo no solo se basa en la imparcialidad de los hechos en la vida, sino en la personalidad del individuo hacia esos hechos.

¡Nos leemos! ;)